La población musulmana de Monturque estuvo instalada sobre un anterior asentamiento romano y compuesta, al menos desde la época de los Omeyas, por diversas tribus beréberes que residieron en el lugar hasta el siglo XIII. La Torre del Castillo, construida parcialmente sobre cimentación romana, manifiesta un claro origen musulmán, aunque fuera reedificada en la Baja Edad Media.

 

Debemos mencionar, no sólo por ser importante sino también por lo que encierra de leyenda, que se sitúa en Monturque el lugar donde el Cid Campeador, al frente de las tropas del rey moro sevillano al-Mu´tamid, derrotó allá por el año 1079 a las del rey moro de Granada, encabezadas por otros cuatro caballeros castellanos. Según la tradición, los parajes existentes en su término municipal conocidos como "La Piedra del Cid" y "Cid-Toledo", deben su nombre a esta sonada victoria.

. . .

"... y es, que antes de darse la batalla, asentó el Cid sus reales, orillas del rio Cabra, por bajo de la torre y villa de Monterique,  cosa de un cuarto de legua de la actual población, en un campo situado al nordeste, al cual domina el elevado peñasco que apellidan, Piedra del Cid Campeador..."

. . .

Pero entrando realmente en épocas históricas más conocidas, podemos comentar que tras su reconquista, en torno a 1240, Monturque recibió en un principio el mismo fuero real de Córdoba, hasta que pocos años más tarde el rey Alfonso X lo cediera, junto con la villa de Aguilar, a don Gonzalo Yáñez Dovinal, rico caballero portugués que colaboró con Fernando III en la conquista del valle del Guadalquivir. De esta forma, Monturque, al igual que lo fueron otras muchas poblaciones cordobesas, se convirtió pronto en un pueblo de señorío, con los diversos aspectos y consecuencias que ello llevaba consigo, aunque ignoramos por cuanto tiempo, porque en 1273, el adalid Martin Sánchez y su esposa doña Munia, dieron a su nieto don Lope la mitad de la Torre de Monturque.

 

En 1333 aparece citado como castillo de Gonzalo Yáñez de Aguilar, desde el que éste guerreaba contra los cristianos al haberse pasado al servicio del rey de Granada, según testimonia la Crónica de Alfonso XI.

Después de la desaparición del primer linaje de Aguilar por causas naturales, Monturque siguió el mismo destino que Aguilar hasta que en 1357 el rey Pedro I decidiera entregarlo, segregado de la villa mencionada, a su fiel partidario Martín López de Córdoba formando una entidad señorial con personalidad propia. Sin embargo, esta situación no perduró mucho tiempo, pues con ocasión de la guerra civil, Enrique II de Trastámara dispuso en 1367 que Monturque se incorporara junto con Aguilar, Montilla y Cabra, a los dominios que Gonzalo Fernández de Córdoba estaba forjando sobre el solar del antiguo señorío de Aguilar. Desde entonces y durante toda la Baja Edad Media, Monturque seguiría perteneciendo al estado de la Casa de Aguilar y aunque subsistía como fortaleza, se encontraba prácticamente despoblado. Ese estancamiento se debió posiblemente al interés de que los titulares del señorío mostraron por otros núcleos integrantes de su estado, como la propia Aguilar, y sobre todo Montilla, localidad que pasó a convertirse en su residencia.

 

Habrá que esperar a la segunda década del siglo XVI para tener ya documentos que se manifiestan sobre la entidad de Monturque. Los más antiguos, los conservados en el Archivo Municipal de Monturque, son del año 1519 y ya consideran a esta localidad como Villa.

Patrocinada por:

Área de Turismo

Ayuntamiento de Monturque

Plaza de la Constitución, 3

14930 - Monturque (Córdoba)

 

 

2019 © Todos los derechos reservados

Aviso legal

Reserva tu visita:

957 535 614

667 507 920